“La cueva de los ladrones” fue un experimento psicológico y social pionero realizado por Muzafer Sherif en 1954. A través de la observación de la formación de conflictos y su resolución en un grupo de adolescentes, Sherif reveló cómo las interacciones grupales pueden generar hostilidad, pero también cómo la cooperación y el establecimiento de metas comunes pueden reducir el conflicto y mejorar las relaciones intergrupales.
El experimento de la cueva de los ladrones sigue siendo un ejemplo importante de cómo la psicología puede ayudarnos a entender la naturaleza humana y las dinámicas de grupo.